Los niños pequeños que tienen entre dos y tres años son divertidos, creativos y nos da mucha alegría verlos desarrollarse y crecer. Pero a veces también son un desafío increíble. Los berrinches y rabietas son comunes a esta edad porque los niños se van independizando y desarrollan sus deseos y necesidades. No pueden expresar fácilmente con palabras lo que quieren decir y suelen sentirse frustrados. ¿Cuántas veces le ha pedido a su hijo que se levante mientras se aferra al suelo y grita «NO?»
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Es bueno recordar que los niños pasan por cambios de comportamiento difíciles de controlar para los padres y que es normal que la mayoría de los niños pequeños quieran hacer las cosas a su manera. Cómo evitar una crisis es algo difícil para los padres ocupados y hacerle frente a la tormenta de un berrinche resulta agotador. ¿Qué hacer?
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