Para conseguir alcanzar una adecuada velocidad lectura hay que partir de unas premisas básicas. En primer lugar, lo más importante es leer y leer, cuanto más y más variado mejor; sólo de este modo, con la práctica, se obtiene un buen hábito que permita leer de forma rápida y eficaz. Asimismo, la lectura continuada permite ampliar de manera significativa el vocabulario, imprescindible para que la velocidad de lectura sea mayor. Por otra parte, la concentración juega un papel fundamental en el ritmo de lectura, por eso, hay que intentar leer siempre en un entorno sin distracciones en el que el lector pueda concentrarse fácilmente.
Además de estas premisas, hay también una serie de técnicas para aumentar la velocidad de lectura que han sido experimentadas en muchas ocasiones y se ha comprobado su efectividad:
Técnica de las tres paginas: ésta es una de las técnicas para incrementar la rapidez de lectura más eficaces. Para llevarla a cabo, lo primero que se debe hacer es seleccionar tres páginas consecutivas de un libro; la primera de ellas se ha de leer al ritmo normal de lectura que se suela utilizar, la segunda hay que intentar leerla a la mayor velocidad posible, aunque no se comprenda o entienda nada, y la tercera y última página se lee asimismo lo más rápido que se pueda, pero esta vez intentando comprenderlo todo. Con la repetición continuada de esta técnica el lector puede comprobar como cada vez aumenta más su velocidad lectora.
Técnica de la postal: este sencillo sistema tan sólo requiere un texto y una cartulina o postal. La técnica consiste en situar la postal debajo de la primera línea del texto e ir bajándola línea a línea a medida que se avanza en la lectura hasta finalizar la página, intentando incrementar la velocidad lectora mientras se progresa en el texto. Este método está concebido como una forma de ampliar el campo visual, pudiendo captar de una vez todas las palabras de cada línea.
Skimming: literalmente esta técnica se traduce por «descremar», y aplicada a la lectura significa prescindir de aquellas palabras que no son necesarias para comprender un texto; es decir, con este método el lector debe intentar mediante una lectura rápida captar las ideas fundamentales de un texto pasando la vista por todas las palabras, pero interiorizando tan sólo aquéllas que afectan al significado y desechando otras «inútiles», como pueden ser en algunos casos artículos o adverbios que actúan como recursos ornamentales
Marcación (seguir al dedo):Pues sí, como cuando éramos pequeños y empezábamos a leer. Señalar lo que vamos a leer establece conexiones entre el texto y el cerebro. Esto ayudará a una lectura más rápida y eficiente. Alarga el dedo y subraya con el dedo cada línea que lees de margen a margen. Lo que estamos consiguiendo es eliminar parte de las regresiones innecesarias y realizando fijaciones más amplias de lo que leemos.
Poco a poco empezaremos a avanzar más rápidamente a lo largo de las líneas. El dedo nos hace de guía y nos ayuda a reducir los esfuerzos innecesarios de los ojos y aumenta la concentración en la lectura. Así que, si eres madre o padre no regañes tanto a tu hijo por leer con el dedo. Si no quieres utilizar el dedo, también sirve un bolígrafo, lápiz o similar que sirva de marcador y nos permita señalar y leer a la vez.
Fijación: Cada vez que leemos el ojo realiza pausas y saltos a lo largo del texto, en cada una de estas pausas el ojo necesita enfocar. Por eso decimos que la fijación es el punto donde se detiene la vista para leer. Las pausas que realiza el ojo son muy cortas, pero a lo largo de una lectura se van sumando el número de fijaciones y puede que el resultado sea una cantidad de tiempo considerable.
Las fijaciones también son la principal causa del cansancio de los ojos durante la lectura y puede ser uno de los motivos de los problemas de concentración. Por lo tanto el objetivo de esta técnica de lectura rápida consiste en disminuir el número de fijaciones para acelerar la lectura. Dicha técnica se trabaja en varios niveles, tratando de reducir en cada nivel la cantidad de fijaciones.
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Ejercicios para practicar
• Durante 15 ó 20 minutos al día, practica la lectura tratando de mejorar la rapidez y la comprensión. Al cabo de tres o cuatro semanas comprobarás que te resulta mucho más fácil.
• Para medir los resultados, cronometra cuánto tardas en leer un capítulo de un libro y calcula cuántas páginas por hora puedes leer. Apunta los resultados y compáralos semanalmente.
• Técnica de las tres páginas: escoge tres páginas de un libro. Lee la primera a tu ritmo habitual; la segunda, a toda velocidad, aunque no comprendas nada; lee la tercera página más rápido de lo normal, pero tratando de entender lo escrito.
«…cuando se comparte dinero, queda la mitad del dinero; cuando se comparte conocimiento, queda el DOBLE«
sandra dice
Excelente material, gracias por compartir me ayuda mucho con adultos que no están alfabetizados. sandra
Maria dice
De acuerdo con Sandra también. Mis alumnos son de 14 a 18 años y necesitan más literabilidad. Saludos desde California.
Lourdes dice
Exelente para mí que me encanta enseñar a leer…