La desobediencia muchas veces es parte del proceso de crecimiento de los niños, que pasan por fases en que desafían y experimentan. Algunas veces, estos conflictos son demasiado frecuentes y generan problemas en la relación entre padres e hijos. Es entonces cuando hay que consultar al psicólogo, y la terapia suele ser conveniente antes de que las relaciones entre padres e hijos degeneren.
La desobediencia se puede deber a muy diferentes causas: estrés escolar, conflictos entre los padres, divorcio, celos, dificultades en habilidades sociales, problemas con el profesor, retraso del lenguaje, trastornos del sueño, TDAH, hiperactividad, problemas de lectoescritura; incluso a respuestas irracionales del niño.
Los motivos pueden ser múltiples y a veces difíciles de ver por parte de los que rodean al niño. Pero si este estado se prolonga en el tiempo, los niños se pueden sentir infelices con ellos mismos, reducir su autoestima y bajar notablemente su rendimiento académico.
Es importante valorar dónde y a quién desobedece el niño, porque muchas veces esto es un claro indicador para ver los conflictos y poder darles solución de manera más eficaz. Por ejemplo, hay niños que en casa mantienen una actitud desafiante y desobedecen continuamente a los padres, pero cuando van al colegio respetan y obedecen sin problemas.
«…cuando se comparte dinero, queda la mitad del dinero; cuando se comparte conocimiento, queda el DOBLE«
- Identificar a un niño desobediente es el primer paso para solucionar el problema, además es importante detectar cuando esta actitud puede suponer un problema a la larga es el primer paso para corregir a un pequeño que no obedece.
- Poner normas que sean claras a aquellos niños desobedientes, además de dejar también muy claro las consecuencias de ese comportamiento.
- Establecer límites de esta forma fijas una barrera entre lo que se debe hacer y lo que no.
- Motivar al niño desobediente, frente a estos comportamientos es fundamental mostrar actitudes colaborativas y motivadoras. Darán mejor resultado que conductas agresivas.
- Dejar que se tranquilice, si están con un berrinche es mejor esperar a que pase este momento y no entrar en una conformación directa.
- No intentar razonar cuando desobedece, es una estrategia para confundirnos y salirse con la suya.
- No caer en sus provocaciones, y en su La intención del niño desobediente es distraernos en intentar crear nuevos conflictos.
- Intentar no perder los nervios frente a los desafío. Una buena técnica es colocarse a la altura del niño, para que haya un contacto visual directo
- Recurrir a las rutinas, tener un horario estable es esencial para corregir a un niño desobediente.
- Premiar los buenos comportamientos, los refuerzos positivos motivan a los niños desobedientes y son fundamentales para que el niño repita comportamientos deseados.
Si ya has aplicado todas estas pautas con persistencia y tu hijo sigue mostrando un patrón de conducta desafiante, habrá que analizar más a fondo qué está ocurriendo. Puede ser que la conducta continuamente desobediente venga dada por una mala relación entre sus padres, conflictos familiares en el hogar, bullying en el colegio, etc.
En cualquiera de los casos debe ser tratado por un profesional lo más pronto posible.
Geoconda pineda dice
Excelente material me ayuda como docente a crecer profesional y dar lo mejor para mis estudiantes
Luz Marina dice
Muy bueno este artículo , es una ayuda eficaz en el caso de niños desobedientes.
Gracias por colaborar con estos temas.